Llegamos a Hué en sleeping bus, por suerte, con
unas camas algo más largas y anchas. La ciudad imperial de Hué se encuentra al
otro lado del río del perfume, por lo que decidimos hacer la ruta a pie desde
el hotel. Vemos el mástil más alto de Vietnam y entramos al recinto imperial que fue destruido por los franceses y americanos. Cuesta hacerse a la idea de lo que
fue y ver lo que ahora apenas queda.
Probamos la comida típica de Hué una tortilla
en forma de empanada acompañada de una salsa dulce. El dueño del restaurante
nos muestra una manera muy peculiar de abrir las botellas con un trozo de
madera y un clavo que acabó regalándonos luego, ¡un buen detalle!
Al atardecer empiezan a caer las primeras
compras y los primeros regateos. Las calles están repletas de gente y de luces
de las tiendas que venden todo tipo de productos. Cuando empieza a florecer el
hambre encontramos un dürum vietnamita. Lo probamos para comparar pero como los
rellenan muy pobremente decidimos completar la cena con unos noodles y un buen chicken rice. ¡Error! Nos
aventuramos a un restaurancillo local en el que la higiene brillaba por su
ausencia. Sólo cabe decir que la cocina y el lavabo formaban parte de la misma
habitación y que las hormigas también
querían disfrutar de tal manjar.
Como la ropa iba menguando hacemos una
lavadora en el “fiable” hotel donde dormíamos. Pero hemos visto que nos faltó
luego más de una cosilla… ¿A quiénes les sustrajeron, por no decir robaron, sus
preciadas prendas?
Finalizamos nuestros días en Hué visitando en
moto los pueblecitos que bordean el río y unas tumbas de emperadores situadas a
las afueras. Ya sin ruta fija, nos dejamos llevar sin un rumbo y nos topamos con
un lugareño a lomos de un elefante.
De vuelta a la ciudad, de nuevo alguien tuvo
un percance con la moto, la cual se apagó misteriosamente sola y les dejó
tirados en mitad de la calle a merced de los cláxones de los camiones, coches y
motos… Tras solventar el contratiempo, fuimos directos al hotel a darnos una
ducha rápida antes de dejar la habitación. Pusimos rumbo a Hoi An, del que solo
distaban 130km, pero el estado de las carreteras y el tránsito retrasó la
llegada.
Tras un par de horas de recorrido, el autobús
realizó una parada en mitad de la nada. Como nos dejaron 30 minutos para
estirar las piernas aprovechamos para investigar el lugar y… descubrimos un
paraje hermoso: un inmenso lago escoltado por grandes montañas en el que se
respiraba mucha paz y tranquilidad.
Por fin llegamos a Hoi An donde estaríamos dos
tranquilas noches. Decidimos alquilar motos para movernos con más comodidad por
la ciudad y descubrimos que por la parte más antigua se restringe el tráfico de
motos a determinadas horas. Hoi An se encuentra sitiada por vendedores de todo
tipo: frutas, verduras, hortalizas, pollos, ropa de imitación, todo tipo de souvenirs…
pero principalmente destaca por ser la ciudad de la costura.
Nos encantó descubrir también sus calles poco
transitadas, los edificios coloniales franceses y todos los farolillos que
decoraban las calles noche y día.
Más tarde, como nos merecíamos un buen
descanso, nos dimos el lujo de hacernos un masaje de cuerpo entero al estilo
vietnamita, de una hora de duración. Acabamos como nuevos y listos para
continuar la andadura.
El rio que atraviesa la ciudad también se
viste de colores al anochecer, y quien quiera puede hacer navegar un cesto con
una vela pidiendo un deseo. ¿Quiénes de nosotros lanzaron sus deseos al río?
Aprovechamos el último día para ver la playa,
que se encontraba a 4km de distancia y darnos un chapuzón en el Mar de la China.
Cerca de la orilla se podían observar las embarcaciones redondas que utilizan
los pescadores de la zona para faenar.
Hué, Hoi An, os dejamos y tomamos un vuelo rumbo
a la antigua Saigón. La última parada del viaje nos espera. ¡Ho Chi Minh City allá
vamos!
¡Gracias a todos por seguirnos, esto ya se
acaba! No os perdáis la siguiente que viene cargada de sorpresas. Por cierto,
la preparada con la linterna fue nuestra exploradora Laura y el gafe de la moto
Dani.
Eli, Laura, Xavi y Dani
Hola exploradores, que lugares y comida mas exoticos, se os ve muy bien, asi cualquiera con el masajito de 1 hora que gozada.
ResponderEliminarA los que les falto alguna cosita de ropa fue a los 2 chicos, y los cestos con velas pidiendo deseos fuisteis los 4 (deseariamos que se hicieran realidad os lo mereceis)
Aprovechar lo que queda, muchos besos para todos
Que riallers us veieu tot i els petits entrebancs de robatoris i aquestes coses!! Aquesta es l'actitud!!!
ResponderEliminarCom sempre, magnifics tots els llocs q visiteu!! m'encanta seguir totes les vostres publicacions!!!
Acabeu de disfrutaro moolt!! I torneu aviat!! Que vull sentir les histories en directe!!!
una abrasada!!! Muaaa
Bueno, chicos. Vemos k os pasan cosas k recordareis siempre, y os sirven de experiencia,
ResponderEliminarPero nunca dejeis de divertiros y no perder el buen humor.
Las cosas materiales se reponen.
K por cierto yo creo k la ropa pude k os faltara algo a cada uno.....
Y los cestitos de los deseos casi seguro k los !!!!!! 4 !!!!!!jejejej
Bueno despues de tantas aventuras, k habéis pasado, el masaje os lo mereciais.....
Muchos besitos.
Hola!!!!
ResponderEliminarQué rápido ha pasado, ya mismo estáis aquí! Pero aún os quedan cosillas por ver y disfrutar.
A ver, por partes: yo creo que fue a Eli y Dani a quienes le faltaron alguna cosilla. El percance con la moto Dani y Laura, y los deseos todos!!! (y si no es así malament, siempre hay que lanzarlos por si las moscas :)
Besitos a todos!!!!
PD: me encanta la foto acuática de Xavi :)
Bé, ara ja sabem d’on ve l’expressió d’alegria hueeeë! La mateixa expressió que d’hauríeu fer quan veu veure que algunes peces de roba havien desaparegut. Aquesta vegada és difícil, però diria que van desaparèixer alguna samarreta dels nois. En quan a l’espelma i el desig crec que ho veu fer tots quatre perquè una ocasió així no es pot perdre.
ResponderEliminarPer cert, abans d’ahir al diari Ara, va sortir la notícia que al Vietnam, en mig de la selva van trobar un pare i el seu fil que portaven 40 anys amagats perquè creien que encara estaven en guerra! Mira que si els arribeu a trobar vosaltres!
Bé, una forta abraçada i petons. Com que no sé si aquest serà l’últim escrit abans de la tornada, us desitjo que tingueu un molt bon viatge de tornada, és a dir, que torneu ha estar un dia més a Doha. Salut!
ParePep
Xavi, els Flori som uns pallassos!!!!!!!!!!!!! tornem el mateix dia!!!!!!!!
ResponderEliminarjajajajaja vaya teeelaaa!! acabeu de disfrutar-ho mooltt!!! i molt bon viatge de tornadaa!!
ResponderEliminarBertaa
Hola a tots!!!
ResponderEliminarLauraaaa sóc la Teresa!!! Pel que veig us ho esteu passant molt bé, la cual cosa m'encantaaaa!!!
Ja saps L'ENVEJA que us tinc... Aprofiteu totes les experiències que esteu vivint!!!
Fins aviat!!! molts petonarros. salut.